Aunque todavía no hemos regresado al 100% a trabajar y mientras los eventos apenas empiezan a tomar forma, debemos de prepararnos para cuando alguien nos pida nuestro servicio, Y claro prepararnos para todos los cambios que nos va a traer esta “nueva realidad”.
Como sabemos el mundo cambió, y no sólo cambió nuestra profesión, sino que cambiaron todas. Las tiendas online ahora son el go-to de todos, los cursos en línea ganaron mucha credibilidad y con eso vinieron cosas muy positivas como mayor conectividad con los que tenemos lejos, mucho contenido de gran valor gratis y la cercanía con cualquier persona en el mundo con una simple video llamada.
Y como todo cambia, es momento para que los #maquillistas en México realmente demos el paso para brindar un servicio con higiene máxima. Ojo, no es que antes no lo diéramos, sino que los estándares subieron exponencialmente y debemos de cumplirlos rigurosamente para poder seguir en esta profesión que tanto nos fascina.
Además de las reglas básicas como limpiar y desinfectar con alcohol de 70% tu kit al final del día y tus brochas entre cliente y cliente; estas son algunas de las medidas que serán indispensables para maquillar:
1. Utilizar guantes y tapabocas, sabemos que al maquillar estamos en contacto directo con nuestros clientes por lo que tener estas barreras los hará sentir más cómodos. Hay personas que quizá se sientan más seguros si tu como maquillista traes una careta y será una buena idea preguntarle a tu cliente si así lo desea.
2. BYE BYE a los delineadores en plumón, en estos se puede acumular todo tipo de bacterias al estar en contacto directo con los ojos de la clienta. Por más de que lo intentes desinfectar, podrías afectar el acabado del producto y será una mejor alternativa cambiar a otro tipo de delineador como en gel o en lápiz. El uso de los delineadores de lápiz debe de ser: sacarle punta, desinfectar con alcohol, utilizar en clienta, volver a sacar punta y desinfectar y antes de ponerle la tapa nuevamente.
3. Olvídate de tu #BeautyBlender, si era una herramienta que usabas, mejor intercambia por una esponja de maquillaje triangular desechable. Te recomiendo las de Face Secrets que tienen vitamina E. Utiliza una por clienta y tírala a la basura en cuanto acabes ese maquillaje. Guarda mejor tu BB para una novia y solo úsala en ella. Lo que pasa con la Beauty Blender (o este tipo de esponjas) es que no vas a poder desinfectarla y limpiarla con un limpiador rápido para usarla con otra clienta, sino que va a necesitar un lavado profundo con jabón antes de que pueda utilizarse con la siguiente persona y esto no va a ser posible entre clientas.
4. No al “double dipping”. Este es un término muy usado entre colegas alrededor del mundo, significa tocar un producto con una brocha o dispensador que haya tocado previamente la cara de la clienta. Todos los productos en crema deben de ser previamente extraídos con una espátula y puestos en una paleta de acero inoxidable (procura que no sea en tu mano o brazo) para que el envase original no se vea contaminado en ningún momento. Esto aplica para correctores, bases, delineadores, gloses, labiales, etc. en especial y de manera muy rigurosa los productos que se pongan cerca de los ojos y boca.
5. Utilizar aplicadores desechables para poner rímel y gloss. Con un solo uso cada uno. Nunca usar el aplicador del producto para todas las clientas pues puedes pasar bacterias de una a la otra. Si quieres utilizar el aplicador original, mejor regala el producto e inclúyelo dentro de tu tarifa.
Para implementar estas medidas puede ser que tengas que tirar cualquier producto que no hayas usado bajo estos estándares, pues probablemente ya esté contaminado de alguna otra bacteria. Recuerda que los productos líquidos o en crema acumulan muchas más bacterias por su simple estado físico y son el lugar perfecto para que se desarrollen y multipliquen estos "bichos" terribles. Esto va a implicar un gasto extra para nosotros, pero considera que vale la pena asegurarle a tu clienta que al tener estos estándares estará a salvo contigo y que no sólo vas a cuidar a tu clienta si no también te cuidarás a ti. No olvides pedirle a tu clienta que al llegar se vaya a lavar las manos y adicionalmente darle una dosis de antibacterial a la hora de que se siente en tu silla.
Si tu no eres makeup artist, al contrario, estas del lado de la clienta, no dudes en exigir este tipo de cosas a la persona que te va a arreglar. Si ves algo que no te agrada, pide amablemente que utilice estos métodos para que te sientas más cómoda. Te recomiendo llevar tu rímel y tu lipstick para que te los aplique directamente y además te quedarán perfecto para el retoque. Recuerda también, que, si has estado en algún lugar de mayor riesgo o has presentado algún síntoma de enfermedad contagiosa, mejor cancelar tu cita y notificarle en cuanto puedas para que no se pierda ese espacio.
En países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido, Francia y muchos otros, algunas de estas prácticas se realizan desde algún tiempo atrás, tal vez que estos gobiernos tengan medidas sanitarias implementadas para los maquillistas tenga algo que ver. El chiste es que los maquilladores mexicanos no nos quedemos atrás y sepamos adaptar todas estas reglas para que no pongamos en riesgo a nuestros clientes, que son nuestro MEJOR asset y a nuestros productos que son nuestra principal herramienta.
Estos son sólo algunas de las cosas que tendremos que hacer con esta nueva realidad, si quieres investigar más te recomiendo el curso de Cristina Cuellar de Higiene y Prevención en la Industria de la Belleza y el de Infection Prevention and Control for Makeup Artists de Angie di Battista, una maquillista de Canada que se ha dedicado exhaustivamente a investigar sobre el tema incluso antes de la pandemia.
Si conoces a alguna maquillista compártele artículo, le puede ser muy útil!
Lucy Muma
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